No existen evidencias claras sobre su potencial para tratar las náuseas producidas por la quimioterapia, aunque sí la percepción favorable de muchos pacientes. “Disponemos de fármacos antieméticos potentes y nuevas moléculas que sí han mostrado su utilidad en ensayos clínicos. Hay que exigir que a la marihuana se le trate como a cualquier otro fármaco, que se demuestre su eficacia antes de utilizar a los pacientes como campo de pruebas. Puede que haya un subgrupo muy determinado de enfermos que no responde a otros tratamientos y que aún está sin definir cuáles son, que podría beneficiarse, pero no hay una necesidad global, afirma Antonio Antón, presidente de la Sociedad Española de Oncología Médica.
Extraído de Suplemento de Salud 604 de El Mundo.