En un estudio prospectivo realizado con 690 personas positivas para el VIH y para el virus de la hepatitis C (VHC), el consumo de cannabis no aceleró la progresión a fibrosis hepática establecida. El ensayo se realizó en el Departamento de Epidemiología, Bioestadística y Salud Ocupacional de la Universidad de McGill de Montreal, Canadá. Los investigadores evaluaron la asociación entre el número medio de cigarrillos de marihuana fumados por semana y la progresión a fibrosis hepática establecida, cirrosis o enfermedad hepática terminal. Al inicio del estudio el 53% había fumado cannabis en los últimos 6 meses, consumiendo un promedio de 7 porros por semana (rango: 1-21); el 40% fumaba diariamente.
No encontraron ninguna evidencia de asociación entre el consumo de cannabis y la progresión a fibrosis hepática establecida en la coinfección VIH/VHC. Cada 10 porros fumados adicionales por semana aumentó ligeramente el riesgo de progresión a un diagnóstico clínico de cirrosis y enfermedad hepática terminal (razón de riesgo: 1.13). Sin embargo, cuando la exposición ocurría 6-12 meses antes del diagnóstico, el cannabis ya no estaba asociado con progresión a enfermedad clínica. Esto sugiere “que la causalidad inversa debido a la automedicación podría explicar los resultados anteriores”, según los autores. Estudios previos más pequeños habían encontrado una asociación entre el consumo de cannabis y la progresión de la fibrosis hepática en pacientes con hepatitis C.
Cortesía de IACM
Asociación Internacional por el Cannabis como Medicamento