Los recientes y numerosos clubes caritativos de cannabis fundados en España han sido legítimamente confirmados por sentencias judiciales en Cataluña y el País Vasco. Los integrantes de dichas asociaciones tienen permiso para el cultivo conjunto de cannabis y su reparto entre los miembros a precio de costo. Solo los integrantes de dichos clubes tendrían acceso al local y al cannabis. En España el tráfico de cannabis está prohibido, pero la posesión para uso personal es legal. Un tribunal de Bilbao, la mayor ciudad del País vasco, ha archivado la causa contra cuatro dirigentes de un club de cannabis, que cuenta con 66 miembros, del delito de cultivo ilegal de 150 kilogramos de cannabis (en fresco, lo que supondría 17’4 una vez seco). 39 de ellos lo consumían con fines médicos.
Unido12/02/2010
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Desde 2003 los Países Bajos suministran cannabis medicinal mediante prescripción facultativa a través de las farmacias. Tanto el cultivo como el procesado y empaquetado del material vegetal se realiza según las técnicas estándares farmacéuticas y son supervisadas por la Oficina para el Cannabis Medicinal (Office of Medical Cannabis, OMC). La calidad está garantizada mediante análisis regulares realizados por laboratorios certificados. Sin embargo, en los Países Bajos existe un mercado de cannabis ilegal tolerado mediante la fórmula de los denominados “coffeeshop”, que ofertan una gran variedad al público en general, así como para uso medicinal. Desde que el cannabis está disponible en las farmacias, muchos pacientes han empezado a comparar el precio y la calidad del de la OMC con el de los coffeeshop. Como consecuencia, el debate público sobre el éxito y la necesidad del programa de la OMC ha estado más basado en experiencias personales que en datos científicos. La opinión general de los consumidores es que el cannabis de la OMC es más caro y sin una clara diferencia en cuanto a calidad.
Investigadores de la Universidad de Arkansas y del Central Arkansas Veterans Hospital System han estudiado el efecto de 5 mg de THC oral junto con 25 mg de proclorperacina rectal para las nauseas y los vómitos en mujeres que habían padecido una intervención quirúrgica de mama con anestesia general. La presencia de las nauseas descendió del 59 al 15 por ciento y la de los vómitos del 29 al 3, comparado con los pacientes no tratados.
Antes de empezar a consumir marihuana pesaba 38 kilos. Sufro con frecuencia ataques de migraña y epilépticos y cuando los tengo huelo un olor químico. Debido a este olor no puedo contener nada de lo que como o bebo, muchas veces ni siquiera el agua. Cuando enfermé tanto, cambió mi vida por completo. A veces es tan grave que no soy capaz de contener las lágrimas, porque siento tanto dolor y tengo tanta hambre, que no puedo comer nada. Mi marido, John, estaba cansado de ver como me mandaban de médico en médico sin que cambiara nada. Estaba tan enferma que parecía una muerta. Y también me sentía como tal.
Según un estudio clínico publicado en marzo de 2006, tanto un extracto de cannabis como el THC aislado, produjeron una reducción significativa de la incontinencia comparado con el placebo. El estudio formaba parte de un ensayo multicéntrico con cannabinoides en 630 pacientes con esclerosis múltiple (el conocido como estudio CAMS) llevado a cabo en el Reino Unido, y cuyos principales resultados ya fueron publicado en 2004.
El ex-productor de televisión Moses Znaimer, de la localidad canadiense de Ontario, lanzó en la Bolsa de Valores de Toronto (BVT) la empresa Cannasat Therapeutics Inc. para producir derivados de la marihuana con fines medicinales.
Un amplio estudio controlado no encontró aumento del riesgo de padecer leucemia infantil, incluso si la madre hubiese consumido cannabis durante el embarazo. El ensayo, realizado por el Children's Cancer Group of the United States and Canada, incluyó a 517 casos de leucemia mieloide aguda infantil (LMA) diagnosticados entre 1989 y 1993, y 610 controles. No se detectó asociación con un aumento del riego de padecer leucemia infantil ni el hecho de que la madre no hubiese consumido antes cannabis, ni hacerlo durante el embarazo. Los investigadores afirman que "la asociación positiva previamente detectada entre el consumo de marihuana por la madre, antes o durante el embarazo, y la LMA infantil no queda confirmada".
En este estudio, fumar un cigarrillo de cannabis no tuvo ningún efecto continuado sobre la presión arterial, aunque sí causó síntomas de hipotensión (mareo, desfallecimiento) en 7 de los 40 sujetos sanos estudiados. El rimonabant, antagonista de los receptores CB1, atenuó este efecto hipotensor, lo que sugiere que dichos receptores CB1 juegan un determinado papel en el fenómeno.
Según una revisión publicada en el último número de la revista Drug Court Review, "es raro que los fumadores ocasionales de marihuana den positivo para los cannabinoides en orina más allá de siete días, utilizando mediciones estándar de las concentraciones. Se pensaba que los consumidores crónicos, tras dejar de fumar, dejaban de dar positivo a los 21 días, incluso con concentraciones de 20 ng/ml de cannabinoide". Pero si en las muestras tomadas de prueba utilizamos concentraciones de 50 ng/ml, el periodo de detección no sobrepasaría los diez días en consumidores habituales y entre 3-4 días en usuarios ocasionales.
Investigadores del Instituto Psiquiátrico de Nueva York han presentado el caso de una mujer, diagnosticada desde hace tiempo de hipertensión intracraneal idiopática, que tras fumar cannabis mejora los dolores de cabeza, la fotosensibilidad, la ceguera transitoria y de ampliación de ángulos muertos, y el tinnitus. Todo estos síntomas y signos, incluido el edema de papila (o inflamación del nervio óptico justo donde entra al ojo), se asocian con el aumento de la presión intracraneal, lo que significa que el uso del cannabis disminuyó de manera eficaz dicha presión. El tratamiento con THC a dosis de 10 mg, posteriormente reducido a 5 mg, dos veces al día también resultó eficaz.