Una investigación noruega sugiere que el importante estudio que había apuntado una relación entre el consumo de cannabis entre los adolescentes y una reducción de la inteligencia puede haber analizado los datos incorrectamente, y atribuye los descensos de la inteligencia más al menor nivel socioeconómico que al cannabis. El nuevo artículo fue publicado en la revista PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America). “Mi estudio demuestra esencialmente que los métodos utilizados y los análisis presentados en la investigación original no son suficientes para descartar otras explicaciones (por un menor coeficiente intelectual)”, dijo Ole Rogeberg, economista del Centro de Investigación de Economía Frisch de Oslo, a Reuters.
El Estudio de Dunedin es un informe en curso producido por la Universidad de Nueva Zelanda de Otago, que sigue durante 40 años a 1.037 niños neozelandeses nacidos entre abril de 1972 y marzo de 1973. Los participantes fueron evaluados periódicamente mediante el Coeficiente Intelectual y otros índices como el consumo de drogas, y en 2012 la psicóloga clínica Madeline Meier realizó un estudio en el que decía que había un vínculo entre el consumo de cannabis en la adolescencia y un coeficiente intelectual más bajo. En su artículo Rogeberg concluye: “Una simulación del modelo de confusión reproduce las asociaciones que aparecen en la cohorte de Dunedin, lo que sugiere que los efectos causales estimados en Meier et al. están probablemente sobreestimados, y que el verdadero efecto podría ser cero. (…) A pesar de que sería demasiado fuerte decir que los resultados han sido desacreditados, la metodología es defectuosa y la inferencia causal extraída de los resultados prematura”.
Investigación: Reuters y NCBI
Cortesía de IACM
Asociación Internacional por el Cannabis como Medicamento