Se han estudiado los efectos farmacológicos y farmacocinéticos de grandes dosis orales de THC en 7 consumidores de cannabis. Las dosis se administraron en orden ascendente en incrementos de 15 mg a lo largo de sesiones separadas, hasta alcanzar la máxima de 90 mg. Bajas concentraciones de cannabinoides se asociaron con efectos significativos, aunque progresivamente mayores niveles no condujeron a efectos proporcionalmente más intensos. Se observó una considerable variabilidad en la concentración sanguínea máxima y el tiempo hasta alcanzarla. Los autores concluyen afirmando que “es necesario ajustar la dosis individual para evitar efectos secundarios y maximizar la respuesta terapéutica”.