Un tratamiento con THC oral en 40 pacientes con enfermedad de Alzheimer y otras formas de demencia se asoció con una disminución significativa de la agitación, así como con mejoras en la duración del sueño y el apetito. Este es el resultado de un estudio realizado en la Unidad de Hospitalización del Hospital Neuropsiquiátrico Geriátrico McLean de la Escuela de Medicina de Harvard en Belmont, EE.UU.. Se usó un gráfico de revisión sistemática retrospectiva para analizar 40 enfermos con diagnóstico de demencia y tratados con THC oral (dronabinol) para el comportamiento y los trastornos del apetito. Un grupo de psiquiatras geriátricos examinó los historiales médicos para valorar las conductas de los pacientes antes de iniciar el tratamiento con THC y después de un máximo de siete días de tratamiento.
La adición del THC a los tratamientos de los enfermos se asoció con una disminución significativa en todos los parámetros de la Escala de Agitación Pittsburgh. También hubo mejoras significativas en las puntuaciones de la Impresión Clínica Global, la duración del sueño y el porcentaje de las comidas consumidas. 26 de ellos presentaron eventos adversos durante el tratamiento con THC, ninguno de los cuales llevó a la interrupción del medicamento. Los autores llegan a la conclusión de que este informe “representa la cohorte más grande estudiada de pacientes con demencia tratados con dronabinol hasta la fecha y confirma informes anteriores que dicen que el dronabinol puede servir como tratamiento coadyuvante para los síntomas neuropsiquiátricos en la demencia”. Los trastornos conductuales son frecuentes en las personas con demencia y aumentan en gran medida la carga de sus cuidadores. La eficacia de las opciones de tratamiento médico disponibles hasta ahora son escasas.
Cortesía de IACM
Asociación Internacional por el Cannabis como Medicamento