Muchos seropositivos toman cannabis para mantener el apetito; otros como antiemético, para evitar náuseas y vómitos. Los antirretrovirales hacen que con frecuencia pierdan las ganas de comer y un 5% de los afectados acaba desarrollando caquexia, un trastorno alimentario y metabólico severo. “Hay pacientes que consumen marihuana y dicen que es lo único que les mantiene el apetito, pero no disponemos de ensayos que hayan comparado su eficacia con un antianorexígeno o con un antiemético. Sólo contamos con experiencias personales”, sostiene Antonio Antela, vicepresidente de la Sociedad Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA).
Extraído de Suplemento de Salud 604 de El Mundo.