Una niña pequeña de la ciudad de Invercargill, al sur de Nueva Zelanda, y con una afección que podría acortar su vida a la edad de 4 años encontró algo de confort gracias al cannabis medicinal.
Keira Mcmurdo es una niña con una rara condición conocida como FUT8 y que solo se conocen tres casos en todo el mundo.
La pequeña sufre hasta de 30 convulsiones al día que le impide hablar, caminar o tragar.
Su madre, Sascha Abey, sufre mucho con el padecimiento de su pequeña hija “Nunca antes había visto una convulsión. Recuerdo su primera: se puso azul y sus ojos se pusieron en blanco. Es realmente difícil ver a tu propio hijo pasar por eso y no poder hacer nada”, dijo al New Zealand Herald .
Aunque, y durante los últimos treinta días, y a través de 1,5 ml de cannabidiol (CBD) que toma por una sonda diariamente sus ataques disminuyeron a menos de cinco diarios.
“Ella puede ahora alcanzar [y empujar] el fondo de la piscina, algo que nunca antes había podido hacer. Está más comprometida y ahora le encanta interactuar con la gente, se puede escuchar la alegría en su voz”, dijo Abey.
Ella dijo que el cannabis medicinal no era una cura, pero que cambió su vida.
“Solo quiero darle a mi hija la calidad de vida que se merece, incluso si es por menos de un año”.
Cuando nació a las 38 semanas, su doctora notó que parte de su cerebro no de había desarrollado como debiera. Después de varias operaciones de cirugía y algunas complicaciones debido al glaucoma, se le diagnosticó FUT8 en marzo del año pasado.
“Nunca había oído hablar de eso y muchos médicos con los que hablo no lo han escuchado porque es muy raro. Ni siquiera tiene un nombre propio”, dijo su madre.
La enfermedad significa que no puede producir la cantidad correcta de glucógeno que su cuerpo necesita para el desarrollo, dijo la Dra. Collette Bromhead, directora ejecutiva de la Organización de Enfermedades Raras de Nueva Zelanda.
Bromhead dijo que la condición rara vez se diagnosticaba debido a que era tan letal que muchos no lo logran. “Keria es la tercera persona en el mundo en tener la mutación letal”.
Abey decidió que ya era suficiente y que si no podía salvar a su hija, haría todo lo posible para darle la vida que se merecía.
“El pediatra anterior de Keira mencionó el cannabis medicinal como último recurso, así que decidí investigar un poco.
“Al principio, era bastante escéptica porque pensé que si era realmente tan eficaz, ¿por qué no se recomienda o no está más disponible?”
Localizó al médico general de Auckland, el Dr. Graham Gulbransen, quien ha tratado a más de 400 neozelandeses de 2 a 92 años con CBD. Sustancia del cannabis que no posee efectos psicoactivos.
En 2017 se amplía cobertura legal
En 2017, se legalizó la importación de productos CBD por parte de los médicos, farmacias, personas o compañías que tuviesen una licencia.
Gulbransen dijo que recibió emails y llamadas diariamente y de todo el país solicitando saber más sobre esta sustancia.
“Una de las razones por las que los médicos dudan en recetarlo es porque no están capacitados o no saben lo suficiente”.
Las ciudadanos neozelandeses con graves enfermedades o terminales pueden usar el cannabis medicinal, así fue aprobado por el Parlamento el mes pasado
El ministro de salud, David Clark, hizo cambios en el proyecto de ley ampliando la cobertura legal a todas las personas que necesitasen alivio paliativo y no solo a las que padecían enfermedades terminales, como lo era anteriormente.