Han sido publicados los primeros resultados del ensayo clínico de seguimiento más largo jamás realizado hasta ahora con THC y cannabis en la esclerosis múltiple, conocido como el estudio británico CAMS (siglas de Cannabinoids in Multiple Sclerosis). Las conclusiones del ensayo previo de 15 semanas de duración con 630 pacientes seleccionados habían sido publicadas en noviembre de 2003 en The Lancet. El 80 por ciento de la población original del estudio pasó a formar parte después en un segundo de 12 meses de duración.
Investigadores de EE.UU. han estudiado cómo afecta el uso del cannabis en la cumplimiento de un tratamiento antiretroviral (TAR) en pacientes HIV positivos. 252 completaron la encuesta, 175 (69 por ciento) estaban con TAR y 168 (67 por ciento) suministraron datos sobre su adherencia a dicha terapia. 41 de los 168 (24 por ciento) habían usado cannabis. No había asociación entre la adherencia al TAR y el uso del cannabis. Sin embargo, entre los HIV positivo que sufrían náuseas, los que utilizaron cannabis tenían tres veces más probabilidades de continuar con el TAR que los que no.
Con un estrecho margen de 285 votos a favor, 273 en contra y 23 abstenciones, el 15 de diciembre el Parlamento Europeo adoptó una recomendación al Consejo Europeo sobre la estrategia europea en la lucha contra la droga. Los eurodiputados han tomado una táctica que difiere considerablemente de la de EE.UU. Afirman que quieren "poner el énfasis mucho más en la reducción de daños, la información, la prevención, el cuidado y la atención para proteger la salud y la vida de las personas con problemas causados por el uso de substancias ilegales, tomando medidas para prevenir que dichos individuos sufran marginación, antes que poniendo en práctica medidas represoras que atentan, e incluso con frecuencia violan, los derechos humanos."
Según una encuesta realizada para el mayor grupo que defiende a los ancianos americanos, la AARP, el 72 por ciento de ellos apoyan la legalización del cannabis para uso médico. Le preguntaron a 1.706 americanos si estaban de acuerdo con la afirmación "a los adultos que posean la recomendación de un médico se les debería permitir legalmente el uso de marihuana con fines terapéuticos." La AARP cuenta con 35 millones de miembros. "El uso médico de la marihuana a disposición de muchos ancianos americanos que pueden beneficiarse del cannabis," dijo Ed Dwyer, redactor del AARP The Magazine.
La agencia sobre drogas americana DEA (Drug Enforcement Administration) ha rechazado una petición de la Universidad de Massachusetts para cultivar cannabis para ser utilizado en ensayos clínicos. La decisión fue mandada por fax a la universidad el pasado 10 de diciembre.
El Ministerio canadiense de Sanidad (Health Canada) ha dicho que el Sativex, extracto de cannabis del laboratorio británico GW Pharmaceuticals, reúne los requisitos necesarios para su autorización. El Sativex estará indicado en Canadá, en principio, para el dolor neurológico de la esclerosis múltiple.
Los habitantes de Montana que quieran utilizar cannabis para el tratamiento de una enfermedad grave deben comenzar inscribiéndose en el Departamento Sanitario y de Servicios Humanos lo antes posible, según anunciaron las autoridades el 21 de diciembre. Ya han recibido más de 30 peticiones.
El número de personas de Hawaii que se están registrando para poder utilizar cannabis con fines médicos sigue creciendo, siendo en la actualidad de unos 2.000 desde que las autoridades estatales creara el programa hace cuatro años. Y se ha estabilizado el incremento de nuevos registros a lo largo de estos años, según Keith Kamita, miembro del departamento estatal sobre drogas.
Han sido investigados en ratas los efectos de un extracto de cannabis rico en THC y otro en CBD sobre la capacidad para trabajar y la memoria a corto plazo. El extracto del cannabis rico en THC afectaba ambos parámetros, mientras que el rico en CBD no produjo efecto sobre ninguno de los dos. El CBD neutralizó el efecto del THC sobre la memoria de forma dosis-dependiente.
Investigadores de la Universidad de Maastricht de Holanda han estudiado el efecto del uso del cannabis en el desarrollo de psicosis en 2.473 jóvenes de entre 14 y 24 años. Al comienzo del estudio se recogieron datos, que se volvieron a repetir a los cuatro años, acerca del uso de otras sustancias, predisposición para la psicosis, y síntomas psicóticos. Tras ajustar los resultados para evitar la influencia de factores externos, el uso de cannabis desde el comienzo del estudio aumentó ligeramente la incidencia de síntomas psicóticos a lo largo del mismo (riesgo relativo de 1’7, intervalo de confianza de 95% de 1’1 a 2’5). El efecto del uso del cannabis era mucho mayor en consumidores con predisposición para la psicosis.