Hoy haremos el rico pollo con salsa cannábica.
Realizaremos una deliciosa salsa cannábica para acompañar nuestras carnes. ¡Una de mis preferidas!
Veréis lo rica que esta esta salsa. Se convertirá en vuestro aderezo de carnes. A mi como me gusta tanto, la suelo preparar en grandes cantidades y la reservo en botes de cristal para refrigerar. Puede aguantar una semana en la nevera y la uso en casi todo.
Ingredientes:
- 1 Pollo fresco o congelado (O cualquier carne)
- 120 ml de Mantequilla cannábica
- 60 ml de harina (aproximadamente)
- 1 o 2 Cucharadas de Harina cannábica (aproximadamente, según la consistencia. Siempre es la octava parte de la cantidad de harina blanca que se añada)
- 30 ml de la leche (aproximadamente)
- Sal a gusto
- Pimienta recién molida
Preparación:
- Podemos hornear o hacer a la plancha el pollo. Si se hace al horno quedara mucho mas jugoso, en cualquiera de los casos hacerlo con mantequilla cannábica y afuego lento para que se conserve su jugo. Un truco es impregnar el pollo con mantequilla fría, salpimentar a gusto y ponerlo a fuego lento en la sarten para que vaya soltando su jugo, y no quede seco, ademas de coger un color dorado.
Para la salsa cannábica:
- Añadimos a una sarten y a fuego medio la leche con la mantequilla cannábica y vamos mezclando suavemente para que se integre bien la grasa con la leche.
- Justo cuando comience a hervir bajamos la temperatura y vamos añadiendo lentamente la harina blanca poco a poco y la vamos mezclando enérgicamente con ayuda de unas barillas.
- Dejamos que espese y coja la consistencia deseada.
- A continuación y aun con el fuego bajo añadimos la pequeña cantidad de harina de marihuana y seguimos mezclando hasta que se integre bien.
- Añadimos sal y pimienta negra al gusto.
Y a disfrutar… Rica, rica
¡¡Bon appétit!!
¡ADVERTENCIA!
La subida y la duración de un colocón varía mucho dependiendo de si se ingiere o se fuma la marihuana. Cuando se fuma, el subidón llega unos cinco o diez minutos después. Cuando se ingiere, puede pasar una hora o más hasta que se note el subidón. Dado que el efecto psicodélico deseado no se percibe inmediatamente, a veces se cae en la trampa de seguir comiendo, hasta acabar en una sobredosis. ¡Y todavía puede ser peor dado que es posible que el colocón dure cinco horas o más! Por eso, aunque tu cuerpo esté acostumbrado a los porros, vigila la cantidad de marihuana que consumes en una comida: más vale no repetir que arrepentirse después. Si no cultivas tus propias plantas, averigua de dónde proviene la hierba y asegúrate de que los cogollos no han sido regados con pesticidas u otros compuestos químicos que puedan ser nocivos.