Uruguay es desde el 10 de diciembre el primer país que legaliza el cultivo, la venta y el consumo de cannabis. El proyecto de ley, patrocinado por el gobierno y aprobado en el Senado por 16 votos contra 13, tiene como objetivo arrebatar el negocio a los delincuentes en la pequeña nación sudamericana. Los consumidores de cannabis podrán comprar un máximo de 40 gramos al mes en farmacias autorizadas, siempre y cuando sean residentes uruguayos mayores de 18 años y registrados en una base de datos gubernamental que supervisará sus compras mensuales.
Cuando la ley entre en vigor dentro de 120 días, los uruguayos podrán cultivar hasta seis plantas de cannabis en sus casas al año, o tanto como 480 gramos (unas 17 onzas), y formar clubes de fumadores de 15 a 45 miembros que podrán cultivar hasta 99 plantas al año. Los consumidores registrados podrán comenzar a comprar cannabis en las farmacias autorizadas en abril. “Iniciamos una nueva experiencia en abril. Implica un gran cambio cultural que se centra en la salud pública y la lucha contra el tráfico de drogas”, dijo a Reuters la primera dama de Uruguay, la senadora Lucía Topolansky. El intento del Uruguay para minimizar el tráfico de drogas está siendo seguido de cerca en América Latina, donde la legalización de algunas drogas está cada día tomando más fuerza por los líderes regionales como posible manera de poner fin a la violencia generada por el tráfico de cocaína.
Cortesía de IACM
Asociación Internacional por el Cannabis como Medicamento