Es el ingrediente principal de casi todas las recetas con cannabis, tiene un sabor terroso y algo amargo que se disimula bien en recetas con mucho chocolate, canela o jengibre.
INGREDIENTES
- 250g de mantequilla sin sal
- 2.5 L de agua
- 25 G de recortes secos o húmedos de marihuana
PREPARACIÓN
- Poner agua en una olla grande y añadirle los recortes de marihuana e ir mezclando hasta que hierva, después de esto dejarlos a fuego lento.
- Añadir la mantequilla y remover hasta que se disuelva por completo.
- Cocer a fuego lento tres horas removiendo cada treinta minutos.
- Extender tres estopillas(o gasas) sobre una cazuela grande.
- Retirar la hierba y colocarla sobre la estopilla. Verter por encima el contenido de la olla.
- Verter agua hirviendo sobre la hierba para arrastrar cualquier resto de mantequilla.
- Importante apretar con fuerza la gasa, para así extraer toda la mantequilla y tirar los restos.
- Verter la mezcla de agua y mantequilla en un recipiente de plástico y dejarlo toda la noche en la nevera.
- A medida que el agua y la mantequilla se separen, esta última subira a la superficie y se solidificara.
- Separar la mantequilla y dejarla refrigerada.
Y LISTO.
¡ADVERTENCIA!
La subida y la duración de un colocón varía mucho dependiendo de si se ingiere o se fuma la marihuana. Cuando se fuma, el subidón llega unos cinco o diez minutos después. Cuando se ingiere, puede pasar una hora o más hasta que se note el subidón. Dado que el efecto psicodélico deseado no se percibe inmediatamente, a veces se cae en la trampa de seguir comiendo, hasta acabar en una sobredosis. ¡Y todavía puede ser peor dado que es posible que el colocón dure cinco horas o más! Por eso, aunque tu cuerpo esté acostumbrado a los porros, vigila la cantidad de marihuana que consumes en una comida: más vale no repetir que arrepentirse después. Si no cultivas tus propias plantas, averigua de dónde proviene la hierba y asegúrate de que los cogollos no han sido regados con pesticidas u otros compuestos químicos que puedan ser nocivos.