No recuerdo bien la fecha. Fue el 25 o el 28 de diciembre de 2002. Ese día me diagnosticaron esclerosis múltiple. Desde entonces mi vida ha dado un giro de 180 grados. Si te digo la verdad, he perdido la cuenta de los brotes que he tenido este último año. Uno me dejó sin habla, otro sin vista, otro me afectó a los brazos. Del último me quedó una hemiplejia de la pierna y brazo derechos. Ahora tengo la incapacidad. Era electricista, pero tuve que dejar de trabajar, de conducir…
La espasticidad [espasmos que dificultan la movilidad] es continua. No me visto bien por la rigidez. Mis brazos son como tablas. He tomado todo tipo de fármacos, ahora me dan ciclofosfamida [un inmunosupresor].
Sí, el hachís me ha ayudado. Me lo recomendó un amigo también enfermo que había leído algo en la prensa. No me hacía mucha gracia porque de más joven fumé y lo dejé porque me daba mal rollo. Pero ahora lo fumo por la noche cuando lo consigo, y no siempre puedo.
No me quita la espasticidad al 100% pero me relaja bastante. Me deja los músculos como muertos y noto menos desequilibrio. También descanso mejor por la noche. He probado otra medicación antiespasmódica pero no me ha ido bien.
Me da pudor comentarlo con el médico. No está bien visto…no es legal. De hecho, cuando saco el tema lo esquivan. Con mi familia tampoco, salvo con mi hermano. A mi padre ni por asomo, no lo entendería. Vivo con ellos. No les parecería correcto.
Fuente: El Mundo